Más de 11.000 artistas se unen para publicitar sobre los peligros de la inteligencia artificial

Un grupo de más de 11,500 artistas, músicos y actores ha unido fuerzas para manifestar su preocupación sobre el uso no autorizado de sus creaciones en el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial (IA) . Entre las figuras que apoyan esta causa se encuentran nombres destacados como el cantante de ABBA Bjorn Ulvaeus , la actriz de Hollywood Julianne Moore y el nobel de Literatura Kazuo Ishiguro .

La creciente preocupación por el uso de IA en la industria creativa

La declaración firmada por estas celebridades denuncia el uso sin licencia de obras creativas para entrenar sistemas de IA generativa , una práctica que, según ellos, representa una amenaza seria para el sustento de los artistas. En el texto, se destaca que los creadores están viendo cómo sus obras son utilizadas sin su permiso para desarrollar nuevas tecnologías, lo que podría resultar en una erosión de los derechos de autor y, eventualmente, en la pérdida de ingresos para quienes dependen de su trabajo artístico.

El documento, gestionado por el compositor británico y exejecutivo de IA Ed Newton-Rex , ha sido ampliamente difundido, y pone de aliviar el temor de que los algoritmos de IA continúen siendo entrenados con material protegido por derechos de autor sin ofrecer compensación alguna a los creadores originales.

Artistas y figuras destacadas alzan la voz

En la lista de firmantes figuran nombres ilustres del mundo de la música, la literatura, el cine y el teatro, como Thom Yorke de Radiohead, el novelista James Patterson y el actor Kevin Bacon , quienes se han sumado a la demanda de mayor regulación y protección para los derechos de los creadores frente al auge de la IA generativa.

La declaración subraya que la proliferación de estas tecnologías sin las garantías legales adecuadas puede tener un impacto devastador en el sector cultural. Según los artistas, la IA tiene el potencial de replicar sus creaciones de manera automatizada, lo que reduciría el valor y la originalidad de las obras artísticas, afectando el sustento de millas de profesionales.

Hollywood y la IA: una relación compleja

En los últimos años, los estudios de Hollywood han experimentado con la inteligencia artificial en varias áreas. Entre las aplicaciones más notorias se encuentran el uso de tecnología para revivir en pantalla a estrellas fallecidas o crear efectos especiales que permitan replicar multitudes, reduciendo la necesidad de actores adicionales. Esto ha generado preocupación entre los sindicatos de actores y guionistas, quienes ven en estas tecnologías una amenaza para la industria del entretenimiento.

El uso de IA en la creación de contenidos ha desencadenado debates sobre el futuro del trabajo creativo y sobre cómo se compensará a los artistas cuyas obras sirvan de base para entrenar estos modelos. En California , figuras como Pedro Pascal , Jane Fonda y Mark Hamill han respaldado un proyecto de ley que busca garantizar la seguridad en el uso de IA dentro de la industria cinematográfica. Sin embargo, dicha iniciativa fue vetada por el gobernador del estado, Gavin Newsom .

Colaboraciones entre artistas y la IA

No obstante, no todos los artistas ven a la IA como una amenaza. Algunos han optado por colaborar directamente con las empresas tecnológicas en proyectos innovadores. Recientemente, Mark Zuckerberg , propietario de Meta , anunció una colaboración con el actor Casey Affleck y el estudio de terror Blumhouse para crear cortometrajes utilizando un software de generación de películas mediante IA. Este tipo de proyectos plantea una nueva dinámica en la que los creadores trabajan junto a la inteligencia artificial para desarrollar nuevas formas de arte.

La encrucijada de la IA y la propiedad intelectual

La declaración firmada por miles de artistas busca poner un alto al uso no autorizado de obras creativas, planteando la necesidad de regulaciones claras que protejan los derechos de los creadores. A medida que las tecnologías de IA avanzan, los sectores culturales se encuentran en una encrucijada en la que deben decidir cómo lidiar con estas innovaciones, que si bien pueden ofrecer nuevas oportunidades, también pueden transformar de manera irreversible el panorama artístico y económico.

En este contexto, el debate sobre los derechos de autor y el impacto de la inteligencia artificial está lejos de resolverse, y artistas de todo el mundo continúan exigiendo que sus creaciones sean respetadas y que se les otorgue la compensación justa por su trabajo, incluso en un entorno cada vez más automatizado.

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